martes, 2 de febrero de 2010

Transexualidad en Cuba: derechos sexuales vs. estigma

DECLARACIÓN DE LA SOCUMES SOBRE DESPATOLOGIZACIÓN DE LA TRANSEXUALIDAD
V Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual

A propuesta de la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales, del Centro Nacional de Educación Sexual, la sección de Diversidad Sexual de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES) propuso, en su Asamblea General de Asociados del 18 de enero de 2010 en La Habana, la adopción de la siguiente Declaración.
Recordando la inclusión actual de la transexualidad como una enfermedad mental en el Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales IV (DSM-IV, por sus siglas en inglés), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas inglés), y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), de la Organización Mundial de la Salud (OMS);
Recordando también que los Estándares de Cuidados adoptados en Cuba por la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales se basan en los publicados por la Asociación Profesional Mundial de Salud Transgénero (WPATH, por sus siglas en inglés), que incluyen también la clasificación del Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales y de la Clasificación Internacional de Enfermedades E-10;
Tomando en cuenta que la Asociación Americana de Psiquiatría publicará en 2012 la quinta versión del mencionado Manual y que el jefe y otros especialistas del grupo de trabajo encargado de su revisión han propuesto recientemente la no retirada de esta categoría, así como la aplicación a niñas y niños de terapias reparativas psicológicas de adaptación al sexo asignado al nacer;
Tomando en cuenta la preocupación expresada por personalidades y diversos grupos de defensa de los derechos humanos a nivel internacional con relación a este tema;
Considerando que todas las personas transgéneros -incluyendo la transexualidad, las personas travestis y la intersexualidad- pueden ser vulnerables a la marginación, la discriminación y el estigma, basados en el enfoque binario socialmente normado de reconocer sólo dos identidades de género: masculino y femenino;
Considerando además que las clasificaciones antes mencionadas perpetúan y profundizan la discriminación hacia estos grupos sociales, causando daños físicos y psicológicos irreversibles que pueden llegar al suicidio;
Considerando también que la transexualidad y otras expresiones transgéneros no son una opción por un estilo de vida y que las modificaciones del cuerpo de estas personas no tienen intenciones cosméticas, sino que responden a un derecho y una necesidad interior de vivir con la identidad de género a la que la persona siente pertenecer;
Recordando los Principios de Yogyakarta sobre la aplicación de la ley internacional de derechos humanos en relación a la orientación sexual e identidad de género, especialmente el Principio 18 sobre la “Protección contra Abusos Médicos” que, entre otros aspectos, responsabiliza a los Estados y Gobiernos en asegurar “que ningún tratamiento o consejería de índole médica o psicológica considere, explícita o implícitamente, la orientación sexual y la identidad de género como trastornos de la salud que han de ser tratados, curados o suprimidos”;
Considerando que el derecho a la salud pública y el acceso universal y gratuito a sus servicios están garantizados por el Estado cubano para todas y todos, pero que aún se requiere de legislaciones complementarias que protejan integralmente los derechos de las personas transgénero;
Recordando la Resolución 126 del Ministerio de Salud Pública del 4 de junio de 2008, que regula los procedimientos de salud involucrados en la atención de las personas transexuales;
Reconociendo que la atención multidisciplinaria brindada por la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales, desde su creación en 1979 hasta la fecha, ha conllevado a una mejoría notable de la calidad de vida de las personas atendidas y de sus familiares.
Expresamos nuestro apoyo a la retirada de la transexualidad de la clasificación internacional de enfermedades mentales, especialmente en la actualización que será publicada en el 2012 en el DSM-V y en el CIE-10.
Rechazamos la aplicación de terapias psicológicas reparadoras a las personas transgéneros, con el objetivo de revertir su identidad de género, y las cirugías de reasignación sexual a personas menores de 18 años.
Reafirmamos que la transexualidad y otras expresiones transgéneros son expresiones de la diversidad sexual, a las cuales se les deben garantizar todos los tratamientos psicológicos, médicos y quirúrgicos que requieran para aliviar las alteraciones a la salud mental de estas personas, resultantes del estigma y la discriminación.
Reafirmamos además que la aplicación de estos procedimientos respeta los derechos sexuales de cada persona y son congruentes con los principios bioéticos de autonomía, no maleficencia y justicia.
Reafirmamos también que la atención a las personas transexuales debe tener un carácter integral, que garantice el reconocimiento y respeto a los derechos de la persona, mucho más allá de la mera atención médica y psicológica.
Reiteramos la necesidad de que se consideren las legislaciones necesarias para garantizar el reconocimiento de estos derechos, especialmente la propuesta de Decreto Ley sobre "Identidad de Género”, en la que se incluye el cambio de identidad independientemente a la práctica de cirugía de reasignación sexual.
Abogamos por la profundización y la aplicación de las estrategias educativas referentes a la orientación sexual y la identidad de género en todos los niveles de enseñanza y hacia la población en general, según lo contemplado en el Programa Nacional de Educación Sexual.
Reafirmamos la necesidad de que la atención a las personas transexuales sea incluida de forma amplia en las políticas sociales del Estado y el Gobierno cubanos, en correspondencia con la “Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que condena la violación de los derechos humanos por orientación sexual e identidad de género”, apoyada por Cuba el 18 de diciembre de 2008.
La Habana, 22 de enero de 2010



STATEMENT ON DESPATHOLOGIZATION OF TRANSSEXUALISM
Cuban Multidisciplinary Society for Sexuality Studies


5th Cuban Congress of Sexual Education, Orientation and Therapy


The Sexual Diversity section of the Cuban Multidisciplinary Society for the Study of Sexuality (SOCUMES) proposed the adoption of the following Declaration in its General Assembly of Members on 18 January 2010 in Havana, based on a proposal made by the National Commission for Comprehensive Care of Transsexual People, of the National Center for Sexual Education (CENESEX).

Recalling the current inclusion of transsexuality as a mental disorder in the Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders IV (DSM-IV) published by American Psychiatric Association (APA) and the International Classification of Diseases (ICD-10) of the World Health Organization (WHO);

Recalling also that the Standards of Care adopted in Cuba by the National Commission for Comprehensive Care of Transsexual People rely on those published by the World Professional Association for Transgender Health (WPATH), which also includes the classification of the Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders and International Classification of Diseases E-10;

Considering that the American Psychiatric Association will publish in 2012 the fifth version of the above mentioned manual and that the chief and other specialists of the working group responsible for the review have recently proposed the non-removal of this category, as well as the application of corrective psychological therapy to children, to the sex assigned at birth;

Taking into account the concern expressed by individuals and human rights groups at the international level regarding this issue,

Considering that all transgender people -including transsexuality, transvestites and intersex people- may be vulnerable to marginalization, discrimination and stigma, based on the socially regulated binary approach that recognizes only two gender identities: male and female;

Considering also that the above classifications perpetuate and deepen social discrimination against these groups, causing irreversible physical and psychological damage that can lead these people to commit suicide;

Considering in addition that transsexuality and other transgender expressions are not an option for a lifestyle and that the modifications to their bodies have no cosmetic intentions. It is a right and an inner need to live with the gender identity which the person feels to belong;

Recalling the Yogyakarta Principles on the application of international human rights law in relation to sexual orientation and gender identity, especially Principle 18 on "Protection from Medical Abuses" which, among other things, make States and governments responsible to “ensure that any medical or psychological treatment or counseling does not, explicitly or implicitly, treat sexual orientation and gender identity as medical conditions to be treated, cured or suppressed”;

Considering that the right to public health and universal free access to its services are guaranteed by the Cuban government for all, but still requires additional laws to fully protect the rights of transgender people;

Recalling Resolution 126 of Public Health Ministry, of 4 June 2008, which regulates the procedures involved in health care for transsexuals;

Recognizing that multidisciplinary care provided by the National Commission for Comprehensive Care of Transsexual People, since its foundation in 1979 until today, has led to a remarkable improvement in the quality of life of transsexual people and their families.

Express our support for the removal of transsexuality from the international classification of mental disorder, especially in the DSM-V update to be published in 2010.

Reject the application of psychological therapies for transgender people, in order to reverse their gender identity, as well as sex reassignment surgeries performed to those under 18 years old.

Reaffirm that transsexuality and other transgender identities are expressions of sexual diversity, to which it must be ensured all psychological, medical and surgical treatments required to alleviate alterations to the mental health of these individuals, as a result of stigma and discrimination.

Also reaffirm that the implementation of these procedures respects sexual rights of each person, and are consistent with bio-ethical principles of autonomy, nonmaleficence, beneficence and justice.

Reaffirm in addition that transgender care should be comprehensive, beyond just medical and psychological care, to ensure recognition and respect for their individual rights.

Reiterate the need to consider all necessary legislations to ensure recognition of these rights, especially the Gender Identity Bill, which includes the identity change regardless sex reassignment surgery performance.

Call for a broader implementation of educational strategies regarding sexual orientation and gender identity at all levels of education and to the general population, as stated in the National Program for Sexual Education.

Reaffirm the need to include the attention to transgendered people in comprehensive social policies of the State and Government of Cuba, in correspondence with the “Declaration of the General Assembly of the United Nations, condemning the violation of human rights based on sexual orientation and identity gender ", supported by Cuba on 18 December 2008.

Havana, 22 January 2010


Sección Diversidad Sexual
Centro Nacional de Educación Sexual
Cuba

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